Derecho Humanos
20 de abril de 2021

El acceso a internet como derecho humano

Introducción

 El uso y acceso a internet desde su formación ha generado diferentes debates internacionales y nacionales, sin embargo, la emergencia sanitaria ligada al COVID-19, ha puesto y elevado la necesidad de tener un nuevo debate. Debido a que ha sido un utensilio que ha contribuido a darle un mejor sentido a la pandemia del COVID-19, por un lado, ha sido una fuente de trabajo (homeoffice), para otros un método de estudio, amén del derecho a la educación, para otros solo ha sido una forma de distracción y divertimiento.

Algunos académicos han dado contribuciones sobre el tema, el sociólogo Manuel Castells, ha señalado que vivimos en la era de la información, el autor, considera que el nuevo milenio se encuentra en la revolución de las tecnologías de la información,  porque contribuye con el desarrollo humano, lo afirma de la siguiente manera: “Estas nuevas tecnologías no son simples herramientas sino procesos de desarrollo, de tal suerte que los usuarios y sus creadores puedan convertirse en los mismos”[1] es decir “los ordenadores, los sistemas de comunicación y demás tecnologías informacionales son verdaderas ampliación de la mente humana y lo que ésta piensa se convierte en bienes, servicios, producciones materiales e intelectuales de uso diverso en la educación, la industria militar, y la salud.[2]

Desde la economía, el Premio Nobel, Amarty Sen, ha insistido que el desarrollo humano debe concebirse como un “proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos[3] es decir, el desarrollo humano, se puede analizar desde las libertades humanas pero no vista como incrementar la productividad de los trabajadores y acelerar la acumulación de capital, no se refiere a un incremento de la PIB, sino que desemboca como un mecanismo de participación de las comunidades en el mejoramiento de la sociedad. El derecho internacional, ha tomado ese debate el cual se elevo como resolución del Consejo de derechos humanos, además de concebir como un objetivo total en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

A partir de lo anterior, es justo decir que la actividad online hace parte de nuestras vidas desde que nacemos, es posible considerarlo como un requisito básico de la vida moderna, tanto como el agua o la electricidad; y mucho más ahora, en vista, que el mundo esta sufriendo un fenómeno sanitario. Por otro lado, la educación es, a la vez un derecho humano básico y un elemento central del cuarto objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, para la agenda 2030 esta definido: “garantizar una educación, inclusiva, equitativa y de calidad y promover las oportunidades de aprendizaje durante la vida para todos.” El acceso a internet es fundamental para hablar de educación contemporánea, por supuesto, ha mejorado con las telefonías móviles; sin embargo, el problema de la desigualdad de acceso a las regiones remotas y olvidadas sigue siendo un problema.

Aunado a lo anterior, este escrito pretende hacer una reflexión para reanudar la importancia de diseñar una política pública que satisfaga este derecho.

 

La internacionalización de los derechos humanos al acceso al Internet

De acuerdo a las Naciones Unidas (ONU) el acceso a Internet se equipara actualmente con el derecho a la libertad de expresión. El relator para Naciones Unidas Frank La Rue señala que el Internet es uno de los instrumentos más poderosos del siglo xxi para exigir más transparencia en la conducta a quienes ejercen el poder, acceder a información y facilitar la participación ciudadana activa en la floja de sociedades democráticas. En un plano más general, al permitir el intercambio instantáneo de información e ideas a bajo costo a través de las fronteras nacionales, Internet facilita el acceso a información y conocimientos que antes no se podían obtener, lo cual, a su vez contribuye al descubrimiento de la verdad y al progreso de la sociedad en su conjunto.

Frank La Rue, es designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para investigar y evaluar las nuevas tecnologías en relación con la libertad de opinión y expresión; en el cual encuentra que Internet se ha convertido en un medio clave para que los individuos puedan ejercer su derecho a la libertad de opinión y expresión, tal como está garantizado por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos. Por lo anterior, el Consejo de Derechos Humanos ya se pronunció, afirmando “el internet es un instrumento indispensable para que la población reciba información que antes llegaba de forma analógica, pero ello significa que no solo se trata de la información, sino que internet permite que todos los usuarios sean fuentes de información y tengan espacios para intercambiar ideas, por lo que los Estados ya no pueden ejercer control arrogándose el monopolio de la información.”[4]

Por otro lado, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2011 declaró el acceso a internet como un derecho humano por ser una herramienta que favorece el crecimiento y el progreso de la sociedad en su conjunto.

 

El acceso al internet como derecho humano y beneficios de tutela de este derecho

 El internet podría convertirse en una herramienta de empoderamiento para todos los pueblos del mundo si reconoce proteger y respetar los derechos de acceso a internet para todos, la libertad de expresión y la privacidad de los otros. Es decir, prima facie la importancia de acceder a Internet radica en que es uno de los medios para ejercer la libertad de expresión en su faz individual y colectiva de buscar, recibir y emitir ideas e información de toda índole, junto con los medios de comunicación tradicionales.

La importancia de acceder a internet, se refleja con mayor agudeza, en tiempos de pandemia y confinamiento (lockdown) ya que permite promover otros derechos como educación, salud, trabajo, reunión y asociación. De lo contrario, si no se explotan sus potencialidades, se convertiría en un medio de comunicación o transporte de datos similar a los ya existentes. El internet debe consignar elementos tales como cualquier derecho, en primer lugar, que sea de universal acceso, es decir que toda persona tenga igual derecho a acceder y utilizar Internet de forma segura y libre, también que tenga un carácter diverso, es decir que se promueva la diversidad cultural y lingüística, además de la pluralidad de expresión en Internet, con la finalidad de garantizar mayor eficiencia en la prestación del servicio. De otro modo, debe tener un carácter neutro, es decir que promueva un acceso neutral a Internet, libre de restricciones y de censura en cuanto a contenido, sitios y plataformas. Por último, debe tener per se la protección de datos, es decir que se garantice el derecho a la privacidad en línea, lo que incluye el derecho a no ser vigilado y el derecho a la protección de datos personales.[5]

 

Conclusiones 

Los avances científicos y tecnológicos presentes en un mundo globalizado como el que caracteriza nuestra sociedad han tenido un impacto en los derechos fundamentales. El surgimiento de nuevas tecnologías como internet que han permitido la utilización del correo electrónico, las redes sociales y la firma digital son manifestaciones que han influido en los derechos fundamentales pues han cambiado el ejercicio de derechos como acceso a la información, libertad de asociación, libertad de expresión y pensamiento, el derecho a la educación, la salud, pero a la vez han incidido o hecho más vulnerable el derecho a la intimidad o privacy de las personas.

 Tal vez, hace poco tiempo la simple manifestación de que internet se compara a un derecho humano, se estimaba como una ocurrencia sin sentido; sin embargo, ahora se piensa seriamente que el acceso a internet si debe confirmarse como un derecho que todo ser humano tiene para obtener y trasmitir información sensible o no, así como para expresar sus ideas libremente; en la actualidad se dice que cada persona debe tener asegurado por el Estado el derecho a poseer una conexión a Internet.

Es una obligacion imprescindible del Estado, que promueve la libertad de expresión y el acceso a la información, que no solo facilita la comunicación entre los ciudadanos, sino que impulsa el derecho a la educación, al trabajo y a la reunión de personas. En Colombia, se intento hacer una proximidad para garantizar este derecho, según los senadores Honorio Galvis y Simón Gaviria, las recomendaciones del Relator Especial de la ONU, Frank La Rue, son importantes para mejorar el campo para la educación, la información, oportunidades laborales y profesionales, contribuyen al progreso del país por la cual se presento el proyecto de ley que sucumbió por falta de planeación.

 

Bibliografía

[1] Castell, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura Vol. 1 México siglo XXI 1996 pág. 58-59

[2] Articulo Castells: la era de la información Realidades y reflexiones sobre la globalización.

[3] Sen Amartya. Desarrollo y Libertad, Traducción de Esther Rabasco Y Luis Tohoria, Editorial Planeta buenos aires, 2000

[4] El Consejo de Derechos humanos en la resolución del 29 de junio del 2012 denominada promoción, protección y difusión de los derechos humanos en internet indicó: Reconoce la naturaleza mundial y abierta de internet como fuerza impulsora de la aceleración de los progresos hacia el desarrollo en sus distintas formas; El acceso a internet tiene conexidad con derechos fundamentales como el derecho a la información, el derecho al trabajo, y el derecho a la educación.

[5] Jorge Isaias Aguila, Internet, un derecho humano de cuarta generación, Universidad Autonoma del Estado de México.


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